Sus beneficios para la salud

Se pone colorada y eso nos beneficia mucho

¡La principal particularidad de la remolacha, se debe a su color rojo! De hecho, sus distintos pigmentos contienen sustancias con propiedades antioxidantes. Su contenido en flavonoides, permanece constante incluso tras la cocción. La remolacha, es además uno de los pocos vegetales que contiene betalaínas, a las que debe su intenso color… ¡que mancha!

¡No tire las hojas! Hasta las hojas, son interesantes para la salud. También, son comestibles y contienen unos valiosos compuestos antioxidantes: la luteína y la zeaxantina, utilizados para la salud de los ojos.

Además, la remolacha cocida es fuente de:

  • vitamina B9 (renovación celular, muy interesante para las mujeres embarazadas para el desarrollo del feto, y para los niños en periodo de crecimiento, así como para las personas convalecientes).
  • fibra (para un buen tránsito intestinal, favorece la saciedad).

La remolacha cocida contiene además:

  • vitamina A
  • potasio
  • magnesio
  • hierro.

¿Cuál es el mejor momento para comerla?

Todo el año.

Cocida, está disponible todo el año. Cruda, su época se extiende de mayo a octubre.

¿De huerto o huerto urbano?

La remolacha, prefiere los suelos frescos, ligeros, profundos y ricos en humus, así como la exposición al sol.

Para saber más sobre la forma de cultivo de la remolacha, consulte la sección dedicada en exclusiva a estas recomendaciones.

Seleccionar y conservar

Para seleccionar correctamente la remolacha:

  • Cruda, la piel debe estar aun ligeramente húmeda.
  • Cocida, la piel debe ser lisa y no estar seca.

Para conservar correctamente la remolacha:

  • Cruda o cocinada, consérvela en la bandeja de verduras del frigorífico, en un recipiente hermético o una bolsa.
  • Consúmala en los 4 o 5 días siguientes a su compra. Se conservará durante más tiempo si la compra envasada al vacío.

 Consejos para evitar el desperdicio

¡No tires las hojas de remolacha roja, piensa en tu salud y en la del planeta!

Incluso las hojas son interesantes para la salud. También son comestibles y contienen valiosos compuestos antioxidantes: luteína y zeaxantina.

Puedes hacer un salteado (primero los tallos) con chalota y un poco de aceite. Acompaña las hojas de remolacha aún calientes con una salsa de queso fresco, naranja y rábano picante, por ejemplo.

¡También puedes preparar un pesto! Lava las hojas, mézclalas con piñones, parmesano y aceite de oliva hasta obtener un pesto de hojas de remolacha.

¿Cuál es su impacto ambiental?

¡La puntuación ambiental “PEF” (Huella Ambiental del Producto) nos da más información!
Es una puntuación establecida por Agribalyse. Tiene en cuenta todas las etapas del ciclo de vida del vegetal: cómo se cultiva, cuál es el impacto del transporte y de la transformación… Cuanto más baja es la puntuación, menor es su impacto en el medio ambiente.

Remolacha roja cruda: 0,06
Remolacha roja cocida: 0,11
Jugo de remolacha roja: 0,15
Filete de ternera crudo: 2,70

Datos extraídos de la base de datos Agribalyse. Una base de datos que recopila la puntuación ambiental de los alimentos. Esta puntuación única es un promedio ponderado de 16 indicadores, calculado según la metodología europea “PEF”. No corresponde a un etiquetado ambiental ni a un “eco-score”.

Equivalente CO2: por 100 g de remolacha roja cruda: 0,037 kg de CO2 eq, lo que equivale a solo 1,3 g de carne de filete de ternera crudo.

El jugo de remolacha no solo tiene una puntuación ambiental más alta, sino que también contiene más de dos veces menos fibra que la remolacha cruda.

Consejos y trucos

La remolacha se prepara…

¡Si deseas cocer las remolachas tu mismo, tenga paciencia! Calcula, aproximadamente 2 horas y media en agua hirviendo con sal y vinagre.

En el horno (1 hora a 180 °C) o al vapor (de 25 a 30 minutos) se hace más rápido. Estará cocida cuando la piel se desprenda fácilmente.

La remolacha combina bien con…

La remolacha cocida, se usa para preparar los famosos «bortchs» de Europa del Este. En Rusia, se prepara una sopa roja a base de remolacha y caldo de ave, aderezada con picatostes y nata. Un plato suave y bien equilibrado.

La remolacha cocida (pero también cruda, rallada) combina muy bien en vinagreta con huevos duros y ensalada, queso fresco, queso de cabra, manzanas, endivias y canónigos.

Con ella se preparan también deliciosas salsas.

Resulta sabrosa salteada con aceite y cebolla. ¿Sus acompañamientos predilectos? La caza, el pescado y las aves.

Truco antimanchas. En tejidos de algodón, imprégnalos de amoniaco antes de echarlos a lavar. En tejidos más delicados, sumérgelos en agua con detergente durante una hora aproximadamente. A continuación, imprégnalos con vinagre blanco y lávelos a máquina.

¡Pruébelo! Algunos chefs, la combinan con cerezas. Para conseguir un claroscuro rojo y combinar el sabor dulce de la remolacha y ácido de la cereza.

¿Se puede comer a cualquier edad?

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Niños pequeños

La remolacha, puede ofrecerse en cuanto inicien la diversificación alimentaria. Al ser de color rojo y sabor dulce, un puré de remolacha permite variar los sabores y colores. Está científicamente demostrado, que variar la alimentación desde que empieza el paso a la alimentación sólida permite facilitar la introducción de nuevos alimentos.

Y los demás…

Cocinada, la remolacha es fácil de comer, y agrada a los paladares más delicados a cualquier edad.

 ¿De dónde viene?

Europa (Francia, Polonia y Reino Unido) y Estados Unidos son los mayores productores de remolacha. También las encontramos en Quebec.

Las dos variedades más habituales, son la «negra redonda « o «globo», cuya raíz es redonda y lisa y la carne de color rojo oscuro y la «negra de Egipto», más globulosa y lisa. Existen también variedades largas (la Crapaudine) y variedades de color rosa (la Chiogga) o casi blancas (Albina vereduna).

La remolacha roja es una verdura imprescindible en nuestros platos.
Se utiliza por su color intenso, su sabor y su textura. ¡Las posibilidades de recetas son numerosas! La encontramos en platos salados e incluso dulces, en jugo, en una ensalada con queso de cabra, en tapenade o incluso en un pastel de chocolate…
El jugo de remolacha puede servir como colorante natural en todo tipo de recetas. A menudo se utiliza, por ejemplo, en recetas de panecillos o en una masa para pizza.