Beneficios para la salud

Una fuente de glúcidos

El crosne, es rico en glúcidos, con un aporte calórico próximo al de los tubérculos, como la patata. No se ha estudiado mucho nutricionalmente y hay pocos datos precisos respecto a sus contenidos en micronutrientes.

¿Cuál es el mejor momento para comerlo?

El invierno.

Es una planta que se cosecha en noviembre. Está presente en los mercados hasta marzo.

¿De huerto o huerto urbano?

El crosne, es una planta rizomatosa (tallo subterráneo vivaz), que prefiere un suelo ligeramente arenoso, bien drenado y rico en humus, así como una exposición al sol.

Para saber más sobre la forma de cultivo del crosne, consulte la sección dedicada en exclusiva a estas recomendaciones.

Seleccionar y conservar

Para seleccionar correctamente el crosne:

  • Los tubérculos deben ser firmes, no correosos, y de un blanco lechoso, sin manchas marrones.

Para conservar correctamente el crosne:

Su duración de conservación al aire libre, es corta puesto que tiende a oxidarse.

  • En el frigorífico: 2 a 3 días en la bandeja de verduras.

Consejos y trucos

El crosne se prepara…

El crosne, hay que lavarlo bien y quitarle bien la tierra, puesto que no se pela.

Su cocción, es muy rápida, mejor al vapor (10 a 12 minutos máximo), para conservar su crujiente.

El crosne combina bien con…

Se degusta en ensalada o gratinado, o dorado a la sartén.

El crosne, acompaña a la perfección las carnes asadas en salsa, el jamón curado, la panceta, así como los pescados como el lenguado o la trucha. La nata, le sienta va muy bien.

Las hierbas, como el perejil o el cebollino realzan su sabor.

¡¿Todo el mundo lo come?!

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Niños pequeños

Proponga el crosne, en un salteado de verduras a los niños a partir de 12 meses. Su sabor ligeramente azucarado, entre la alcachofa y el salsifí, gusta mucho. Y sus tirabuzones, resultan divertidos para los más pequeños.

Y los demás…

Esta verdura olvidada, apreciada y conocida por las personas mayores, lo es también por las nuevas generaciones, que la redescubren desde que está de nuevo en los mercados. Su sabor y su forma atípica, gustan y pueden aportar originalidad a un plato para todas las edades.

¿De dónde viene?

Originaria de Extremo Oriente, donde es un alimento tradicional, el crosne fue importado a Europa, en particular a Francia a finales del siglo XIX e introducido en el pueblo de Crosne (Essonce-Francia) que le dio su nombre.

Es una pequeña verdura raíz rústica, derivada de una planta herbácea, vivaz por sus tubérculos, que forman matas de 30 a 40 cm de alto. Los tubérculos de color blanco nacarado, se desarrollan en ristras bastante pequeñas en tallos subterráneos. Presentan una forma anillada que recuerda a una oruga. Se la conoce también como alcachofa china, aunque no esté emparentada con la alcachofa.