Beneficios para la salud

¡Un regalo para los ojos!

El calabacín, es rico en luteína y zeaxanteína, dos antioxidantes que contribuyen en la protección de nuestra retina.

El calabacín, es también:

  • fuente de vitamina B9 (renovación celular, muy interesante para las mujeres embarazadas para el desarrollo del feto, y para los niños en periodo de crecimiento, así como las personas convalecientes).
  • fuente de vitamina C (sistema inmunitario, formación de colágeno, energía, sistema nervioso, cansancio, absorción del hierro)
  • potasio
  • sodio

El equilibrio entre potasio y sodio, confiere al calabacín propiedades diuréticas naturales.

¿Cuál es el mejor momento para comerlo?

El verano.

Verdura de verano por excelencia, la temporada de calabacín se extiende de mayo a septiembre.

¿De huerto o huerto urbano?

El calabacín, es una planta anual, que prefiere los suelos ricos en humus, bien drenados, ligeros y neutros (pH = 7), así como una exposición al sol.

Para saber más sobre la forma de cultivo del calabacín, consulte la sección dedicada en exclusiva a estas recomendaciones.

Seleccionar y conservar

Para seleccionar correctamente el calabacín:

  • Debe ser firme, sin manchas y preferentemente pequeño (los grandes tienen menos sabor, porque tienen mucha agua).

Para conservar correctamente el calabacín:

El calabacín es una verdura frágil, que debe ser consumida rápidamente.

  • En el frigorífico: 4 a 5 días máximo en la bandeja de verduras. Lavarlo preferentemente justo en el momento de cocinarlo.
  • En el congelador: cortarlo en tacos y escaldarlo. Colóquelo en bolsas para congelar y consérvelas durante 8 meses como máximo.

Consejos y trucos

El calabacín se prepara…

¡Nada más fácil que cocinar el calabacín!

No hace falta pelarlo (la piel contiene numerosos nutrientes), sobre todo si es joven.

Consejo para conservar los nutrientes de los calabacines. No los cocines demasiado tiempo, salteados o al vapor. De este modo se conservarán los compuestos antioxidantes. Incluso mejor: ¡cómelos crudos!

Consideraciones para su cocción:

  • 1 o 2 min: en agua al descubierto para unos calabacines “al dente”
  • 3 o 4 min: al vapor
  • 5 min: en el microondas
  • 10 minutos: a la sartén o en la barbacoa
  • 20 min: al horno


Truco anti-despilfarro. Las flores de calabacín, también son comestibles y se pueden preparar de diferentes maneras, sobre todo en buñuelo o en tortilla, incluso rellenas de queso fresco.

El calabacín combina bien con…

Crudo. ¡Sí, el calabacín también se come crudo! Un poco como el pepino. En las ensaladas compuestas con las demás verduras de verano.

Cocinado. Acompaña siempre a las verduras de verano (tomate, pimiento, berenjena, ajo) y en versión cocinada obtenemos la famosa ratatouille.

Hace buen equipo con las especias, las hierbas, las carnes blancas y los pescados (el curry, la carne de ave, el cordero, la albahaca, las hierbas provenzales, el ajo, etc.) así como los quesos (el parmesano, el queso de cabra, de oveja), los huevos. Puede ser la base de salsas para pasta.

En un potaje, reemplaza a las patatas por su capacidad para espesar.

Y en un pastel de chocolate, el calabacín puede reemplazar una gran parte de la materia grasa y quedará muy tierno. ¡Sorpresa garantizada!

Truco anti-grasa, Enharina el calabacín antes de freírlo. Absorberá menos grasa y quedará más crujiente. Sazónalo al finalizar la cocción, para que dure más tiempo.

¡¿Todo el mundo lo come?!

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Niños pequeños

A los bebés les encanta su delicado sabor y pueden comerlo a partir de los 6 meses, en puré con o sin patatas. Si los más mayores se resisten, incorpórelo en, por ejemplo, lasañas, salsas para pasta o pizzas.

Y los demás…

Muy digestivo, el calabacín es bueno para todos. Su sencillez y rapidez de preparación lo convierten en un aliado durante el buen tiempo.

¿De dónde viene?

En Europa, Italia es uno de los principales productores de calabacín, seguido por España y Francia. En invierno, Marruecos garantiza una parte importante de la producción.

Consumido en México 7000 años antes de nuestra era, el calabacín representa un cultivo tradicional importante en Estados Unidos.

Pueden diferenciarse por su forma (calabacín largo clásico, redondo para rellenar, mini-calabacín muy apreciado en el sur), así como por su color: verde oscuro (casi negro), verde pálido (casi gris) y amarillo.