Beneficios para la salud
¡Incondicionales de las matas de nabo!
Las matas (hojas) del nabo son una buena fuente de provitamina A y de vitamina B9, muy interesante para las embarazadas. También son una buena fuente de vitaminas C y E, y aromatizan sopas y cremas.
El nabo es también:
- fuente de potasio (sistema nervioso, función muscular, presión sanguínea)
- fuente de vitamina C (sistema inmunitario, formación de colágeno, energía, sistema nervioso, cansancio, absorción del hierro)
También contiene:
- fibra
- provitamina A o betacaroteno
- glucosinolatos, sustancias con propiedades anticancerígenas
Composición nutricional
¿Cuál es el mejor momento para comerla?
Otoño, invierno, primavera
Su temporada va de octubre a mayo. Sin embargo, podemos encontrarlo todo el año
¿De huerto o huerto urbano?
El nabo es una planta anual, que prefiere los suelos ricos en humus y frescos, así como la exposición al sol. Donde mejor se cultiva esta hortaliza es en zonas de clima templado, suave y húmedo.
Para saber más sobre la forma de cultivo del nabo, consulte la sección dedicada en exclusiva a estas recomendaciones.
Seleccionar y conservar
Para seleccionar correctamente los nabos:
- Los colores del nabo (blanco y rosa) deben ser luminosos y no tener manchas
- Decántese por los nabos pequeños, menos duros y más sabrosos.
- El nabo deberá tener un olor característico, sin ser demasiado penetrante.
- Un nabo fresco tiene las matas firmes y muy verdes.
Para conservar correctamente los nabos:
- Tome rápidamente las hojas si las conserva, dado que son muy delicadas.
- En el frigorífico: de 4 a 5 días en la bandeja de verduras para el nabo, de 1 a 2 días para las matas.
Consejos y trucos
El nabo se prepara…
Lo primero que hay que hacer es eliminar los filamentos de las raíces y la base de las hojas. A continuación, por lo general ha de pelarse, salvo que sea nuevo.
Consideraciones para su cocción:
- 5 min.: para escaldarlo
- 25 min.: cocción en agua
- 10 min.: en la olla a presión o en el microondas
- 10 min.: a la sartén o al wok
- 30 min.: al horno.
El nabo combina bien con…
Crudo. El nabo puede combinarse rallado con numerosas crudités en ensaladas (lechuga, guisante, cogollos, remolacha, etc.). El finísimo sabor del nabo de primavera es más idóneo para su consumo crudo que el de invierno, que tiene un gusto más fuerte.
Cocinado. Es la hortaliza de los pucheros y los estofados de verduras (zanahorias, chirivía, champiñones, etc.) y del navarín de cordero. También combina muy bien con la carne de cerdo y el salmón, los frutos secos, las aves de corral y el queso. Aporta asimismo un sabor sorprendente a cuscús y tayines.
Anímese a utilizarlo también en cremas, en puré con patatas, ¡e incluso frito!
¿Sabía que…? ¿Quién podría imaginar que el nabo es tan rico en vitamina C? De ahí que sea bueno tomar nabos pequeños casi sin cocer, todavía crujientes. Suelen mezclarse con zanahorias, una combinación que garantiza una magnífica dosis de vitamina C y provitamina A.
¡Todo el mundo la come!

Niños pequeños
Los niños pueden consumirlo a partir de los 12 meses. Su amargor puede atenuarse ligeramente añadiendo un poco de azúcar en la cocción. O combinándolo con patatas si lo preparamos en puré.
Y los demás…
Aquellos que padecen síndrome de intestino irritable pueden experimentar molestias digestivas tras comer nabo. Sin embargo, si los síntomas son leves o cuando van remitiendo, se puede volver a introducir gradualmente esta hortaliza para aprovechar sus beneficios.
¿De dónde viene? Orígenes y variedades
Orígenes
Originario de Europa (Reino Unido, Francia, Italia e Irlanda), el nabo es una hortaliza muy antigua, cultivada desde mucho antes de la llegada de la patata. Formaba parte de las hortalizas más consumidas a diario. Aunque su consumo ha caído en Europa, se sigue cultivando.
Variedades
El color de su carnosa raíz varía según las variedades: blanco, rosa, salmón, etc. El nabo presenta más de 30 especies. La más famosa, la Milán, redonda y aplanada, es reconocible por su color blanco con cuello violeta. El Nancy y el Norfolk son muy redondos, mientras que el Nantés y el Croissy son alargados y blancos. El nabo «bola de oro» es muy difícil de encontrar: tiene la pulpa amarilla, blanda, fina y ligeramente dulce.
El nabo de otoño suele cultivarse en las regiones nórdicas, mientras que el nabo precoz (a veces denominado «nabo de mayo») es el más común a día de hoy.
¡Ojo! No lo confunda con el colinabo. Este cruce de repollo y nabo se diferencia por el perenne color amarillo de su carne, y el tono más beige de su piel.