Beneficios para la salud
Un corazón tierno
La alcachofa, es una verdura que se hace de rogar. Su carne de sabor refinado, hay que ganársela porque no es muy fácil llegar a ella: se come la base de las hojas, pero sobre todo el corazón, bien oculto bajo las barbas, que hay que quitar cuidadosamente para poder degustarlo.
Una verdura con fibra
La alcachofa, es rica en fibra por naturaleza, sobre todo en inulina, una fibra soluble que le da un sabor algo azucarado. Calificada como «prebiótico», la inulina fermenta gracias las bacterias buenas del colon. Gracias a ella, puede desarrollarse y tener efectos beneficiosos para la salud, entre los que destaca la regulación del tránsito intestinal. La otra ventaja de la inulina, es que permite asimilar mejor determinados minerales como el calcio y el magnesio.
Una paleta de antioxidantes
Las partes comestibles de la alcachofa, encierran una gran variedad de antioxidantes, tales como algunos compuestos fenólicos, antocianinas y carotenoides como el betacaroteno, la luteína y la zeaxantina. Estos últimos, son objeto de numerosos estudios para la prevención de las enfermedades del ojo (cataratas, degeneración macular por la edad, etc.).
La alcachofa, es también fuente de:
- vitamina B9 (renovación celular, muy interesante para las mujeres embarazadas para el desarrollo del feto, y para los niños en periodo de crecimiento, así como para las personas convalecientes). (enlace)
- potasio (enlace) (sistema nervioso, función muscular, presión arterial)
- cobre
- hierro
- magnesio
- manganeso
Tabla de valores nutricionales
¿Cuál es el mejor momento para comer alcachofa?
La alcachofa, está disponible todo el año, pero su temporada se extiende de marzo a septiembre.
¿Se cultiva en una huerta o se puede cultivar en un huerto urbano?
La alcachofa es una planta vivácea, que prefiere los suelos ricos en humus, frescos, bien drenados y neutros (pH = 7), así como la exposición al sol, condiciones difíciles de conseguir en un huerto urbano.
Para saber más sobre la forma de cultivo de la alcachofa, consulta la sección dedicada en exclusiva a estas recomendaciones. Descubra las demás recomendaciones de cultivo
Seleccionar y conservar
¿Cómo elegir las alcachofas?
- Al comprarlas, observa bien la cabeza de la alcachofa: ¡no solo las hojas sino también el tallo!
- Elige las cabezas densas, con hojas sin manchas y bien apretadas (e incluso que pinchen un poco en el caso de las alcachofas violetas).
- Observa bien el tallo: que el tallo esté fresco, ligeramente húmedo y con buen color. No lo cortes demasiado rápido: contribuye a conservar la alcachofa.
¿Cómo conservar las alcachofas?
- Consérvalas el menor tiempo posible, en la bandeja de verduras del frigorífico. Lo ideal, es cocinar la alcachofa el mismo día, porque es especialmente delicada, y sus propiedades nutricionales se degradan muy deprisa.
- Una vez cocinada, es muy recomendable consumir la alcachofa antes de 24 horas. Aunque no se vuelve tóxica, como se oye a menudo, sus propiedades organolépticas se alteran y es menos agradable de comer.
Consejos y trucos
La alcachofa se consume…
Cruda. Solo se consumen crudas algunas variedades: son las alcachofas pequeñas, como la «violeta de Provenza», la «violeta de Toscana» o la de «Tudela». Marinadas con aceite o incluso en salteados o en pizza. ¡Y se come entera!
Cocinada. Se cuecen las alcachofas grandes enteras y se come solo el corazón y la base de las hojas. Para saborear la alcachofa, no es necesario trabajar demasiado en la cocina (pero sí al degustarla): de 10 a 50 minutos de cocción al vapor o en olla a presión según el tamaño de la pieza.
Truco para saber si la alcachofa está cocida. Tira de una hoja. Si se suelta fácilmente, la alcachofa está cocida.
Dato curioso: La flor de la alcachofa, no es comestible, y las barbas tampoco.
La alcachofa combina con…
Degusta el corazón de la alcachofa cocida simplemente con una buena vinagreta bien aderezada con mostaza y nueces troceadas y hierbas, o incluso con un coulis de verduras con especias. El corazón de la alcachofa, es uno de los ingredientes favoritos en la pizza. Combina bien con carne de cerdo, tortillas y ensaladas. También queda muy bien en puré.
Recomendación. Si utiliza corazones de alcachofa en conserva, escúrrelos bien antes de cocinarlos.
¡La come todo el mundo!
Los niños
En puré, la alcachofa puede consumirse desde el principio de la diversificación alimentaria (sobre los 6 meses). En general, a los bebés les gusta. De no ser así, no les obligue, pero ofrézcala de nuevo al cabo de unos días. Después de varias pruebas, les gustará más y la tomarán mejor.
Para los niños, comer con los dedos y chupar las hojas hace que comer alcachofas sea divertido. De hecho, comer con los dedos es algo que a los niños les ayuda a apreciar las texturas nuevas.
Las personas mayores
En el caso de las personas mayores, es mejor que consuman fondos de alcachofa (salteados, en puré o con vinagreta), más que las hojas, que no siempre les resultan fáciles de comer a las personas con dentadura postiza.
Posibles molestias digestivas. La presencia de inulina, es a veces mal tolerada por aquellas personas que tienen el intestino irritable. En este caso, solicite consejo a un profesional de la salud.
¿De dónde viene la alcachofa? Origen y variedades
Una verdura del Mediterráneo
El 90 % de la producción mundial de alcachofas, se concentra en los países mediterráneos (Italia, Egipto, España). El resto de la producción, se distribuye en países con condiciones climáticas similares (norte de Argentina, California, Nueva Zelanda, Chile, Venezuela, Perú).
Cada región, posee sus propias variedades, que van de la blanca (para cocinar) a la violeta (más tierna, para consumir cruda).