Comer productos locales o de proximidad exige una reflexión. Reflexionar sobre todas las acciones relacionadas con la comida que definen la validez del consumo y garantizar que este es óptimo para comer productos de proximidad y de forma responsable. Saber cuáles son las verduras de temporada en todo el mundo podría favorecer la eficacia de esas iniciativas.

¿Qué es comer productos de proximidad ?

El sistema alimentario está en constante evolución. Cada vez son más las personas que buscan la forma de cambiar su alimentación y de dónde obtienen sus alimentos. La diferenciación de los productos por su forma de producción se multiplica para ofrecer seguridad al consumidor. Así han aparecido nuevos etiquetados, como la etiqueta ecológica o la etiqueta IGP (Indicación Geográfica Protegida), que garantiza el origen geográfico del producto.

Otra de las tendencias es «comer productos de proximidad», es decir, tomar la decisión de consumir productos que se producen a una distancia no superior a 250 km. Esta práctica de abastecimiento es considerada ecológica porque ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte. Además, este tipo de consumo beneficia a la economía local, dando lugar a la creación de circuitos cortos, como la compra directa al productor, o incluso los Grupos de compras solidarias de la agricultura campesina, o grupos que compran directamente al productor. Sin embargo, comer productos de proximidad sigue siendo un concepto subjetivo adaptable a nuestras necesidades y compras.

Comer productos de proximidad y de forma responsable

Según la asociación francesa Réseau Action Climat, la alimentación representa aproximadamente un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en Francia. Esta cifra incluye las emisiones derivadas de la producción, el transporte, el procesamiento, la preparación, etc. Para reducir notablemente el impacto de la alimentación en el planeta, debemos, por tanto, reflexionar sobre todas nuestras actuaciones en materia alimentaria, y no centrarnos únicamente en un solo aspecto. Las investigaciones realizadas han demostrado que comer productos de proximidad no siempre es sinónimo de comer de forma responsable, ya que algunos productos locales son más contaminantes que los importados.

La temporalidad de las verduras es crucial y debe tenerse en cuenta a la hora de comprar productos locales. En algunos casos, los productos cultivados localmente en invernaderos tienen un efecto más perjudicial sobre el medioambiente que las importaciones de productos de temporada. Por ejemplo, la producción de verduras de hoja en Alemania en los meses de invierno emite el doble de CO2, desde su producción hasta su consumo, que las verduras de hoja cultivadas al aire libre en España. Para comer de forma responsable debemos, por tanto, conocer las temporadas de consumo en los países cercanos o los más alejados, dependiendo de nuestras necesidades.

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