Comer para mantener la salud, respetar el medio ambiente y todo a un costo asequible permanece en la mente de muchos de nosotros como un objetivo inalcanzable. Pero, ¿es tan poco realista? Un estudio francés da las primeras indicaciones a seguir.
Este estudio fue realizado en aproximadamente 30 000 participantes del grupo Nutrinet. Los aportes de 17 grupos de alimentos fueron evaluados con la ayuda de un cuestionario de frecuencia y 8 indicadores de durabilidad fueron evaluados de manera individual.
COMER DE MANERA SOSTENIBLE, QUÉ SIGNIFICA?
Según la definición de la FAO en 2010 “ una dieta sostenible debe tener un impacto en el medio ambiente limitado, pero también debe permitir cubrir las necesidades nutricionales y mantenerse asequible financieramente.” Es entonces a partir de estos 3 pilares que fueron elaborados 8 indicadores de durabilidad de una dieta:
- Emisiones de gases a efecto invernadero,
- Energía necesaria para la producción,
- Superficie necesaria para la producción,
- Parte del bio en la alimentación,
- Densidad energética,
- Probabilidad de suficientes aportes nutricionales,
- Riesgo de aportes excesivos,
- Parte del presupuesto destinado a la alimentación.
Veredicto: seis perfiles tipos de consumidores emergentes. Tres perfiles (aproximadamente la mitad de los individuos estudiados) adotpan en el cotidiano dietas con un bajo impacto ecológico. Pero solo uno de ellos, representando aproximadamente 23% de la muestra, presentaba un buen compromiso entre todas las dimensiones sostenibles. De hecho, sus dietas emiten en media 36% menos gases a efecto invernadero, incluyen 30% de alimentos biológicos de más y tienen un nivel de accesibilidad cercano a la media.
MENOS ANIMAL, MÁS ALIMENTACIÓN VEGETAL.
La composición de las dietas de estos individuos se distinguía por un consumo reducido de carne roja (-58%), de carne blanca (-37%) y de queso (-25%)y al contrario, un consumo mayor de frutas (+15%) y verduras (+15%). El pescado y los almidones tenían una contribución similar en relación a la media de la muestra total.
Este estudio demostró que en el contexto actual de sistema alimentario, las dietas observadas responden raramente a todos los criterios de durabilidad. Sin embargo, algunos de ellos ya tienen una compatibilidad elevada con todos los indicadores sostenibles seleccionados para el estudio. Por lo tanto, deberían ser alentados.
Pero deben ser aceptados por el mayor número. La investigación está en curso para evaluar estos aspectos, porque comer más sostenible también requiere un cambio duradero en los hábitos alimenticios. ¡Pero el esfuerzo probablemente no sea tan imposible como parece!
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