Algunos cambios en la dieta son capaces de mejorar su calidad nutricional y reducir su impacto sobre el medio ambiente. Un estudio reciente pretende determinar si estos cambios son homogéneos en toda Europa.
La protección del medio ambiente se encuentra hoy en el centro de ls preocupaciones. En Europa, entre 20 y 30% del impacto ambiental de los hogares estaría inducido por el consumo de alimentos. La responsabilidad ecológica también pasa por nuestro plato. Pero ¿son necesarios los cambios en la manera en que consumimos para adoptar una dieta de alta calidad nutricional a la vez que se genera una menor cantidad de gases de efecto invernadero, comparable en todos los países europeos? Para responder a esta pregunta , un estudio de modelaje, publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, identificó estos cambios y los comparo en 5 países europeos, teniendo en cuenta las especificidades culturales y de género.
BALANCE NUTRICIONAL Y ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE
Según los investigadores, la adopción de una dieta que se adhiere fielmente a las recomendaciones nutricionales sin tener el cuenta el medio ambiente, es posible que cause un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero. Estiman que, en teoría, es factible que una dieta que reduczca las emsiones de gases de efecto invernadero en un 62 a 68%manteniendo un perfil nutricional adecuado. Sin embargo, pondría en peligro la aceptabilidad cultural de los alimentos.
Finalmente, los resultados muestran que algunos de los cambios que se adoptarán son similares enbtre los países europeos y el género, mientras otros varían según los criterios.
ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL EN HONOR
Existen similitudes entre los diferentes países estudiados: una mejora en la calidad nutricional de la dieta requiere sustituciones entre los diferentes grupos de alimentos. En segundo lugar, las sustituciones dentro del mismo grupo de alimentos serán decisivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los alimentos.
Además, independientemente de de género y el país en cuestión, se necesita una dieta rica en frutas, verduras y alimentos ricos en almidón y baja en azúcar, grasas y alcohol es necesaria. Esta observación respalda una vez más la importancia de aumentar la proporción de alimentos de origen vegetal en la dieta. Por otro lado, el cambio en el nivel del consumo de alimentos de origen animal no es homogéneo para todos los países y géneros.
Vieux, F. et al., European journal of clinical nutrition, 2018.